A la hora de decidir las tonalidades de las paredes y del mobiliario, te aconsejamos que estudies los colores relajantes, suaves, claros y luminosos. Éstos darán sensación de amplitud de espacio. Por ejemplo, los azules combinados con complementos cálidos para restar su frialdad dan mucha vida; los blancos rotos permiten complementos en tonos fuertes, refrescantes verdes, malvas… ¿cuál es el tuyo?”
