Una vez por semana hablamos de un producto de PYMA. La mayoría de veces solemos analizar pinturas, decapantes o esmaltes, y todos estos productos se deben aplicar con brochas, rodillos, pinceles o pistola. Muchos de vosotros nos habéis preguntado por la limpieza de artículos de pintura y aquí el post hablando de ello.

Limpiar una brocha o un rodillo se debe de hacer una vez se haya terminado de pintar, si lo dejamos para después la pintura se secará y el utensilio se estropeará. Si lo hacemos en el momento conseguiremos que dure más en el tiempo y será dinero que nos ahorraremos. Por lo tanto lo mejor es recoger y asear la zona de trabajo.

Depende del producto que estemos usando lavaremos las brochas y los rodillos de diferente manera. Por lo tanto en este punto lo dividiremos en tres: pintura plástica, esmaltes y otro tipo.

En el caso del esmalte se elimina con aguarrás, trementina o parafina. Las pinturas plásticas se deben lavar con agua para eliminarlas, mientras que otro tipo de pinturas deber ser con un disolvente específico. Para finalizar la limpieza debemos utilizar un detergente doméstico.
En el caso de los rodillos, como de las brochas, se debe sumergir en agua o aguarrás, y se remueve. Este proceso hay que repetirlo hasta que veamos que no quedan restos de pintura en las cerdas.
Con el rodillo se procede a lo mismo, solo que en su caso tiene un forro extraíble para facilitar la limpieza.

Una vez limpios debemos secarlos con papel de periódico, y con cuidado ir aplanando las cerdas.