Esta semana el post de PYMA es un tanto especial, diferente a los que os tenemos acostumbrados.

Pensado ideas para escribir se nos ocurrió contar tres historias diferentes.

Os presentamos a Pedro, Inés y Laura, no son vecinos, no se conocen y cada uno tiene trabajos diferentes.

Pedro vive aquí, en esta vivienda residencial a 20 minutos de la ciudad.

Como podéis ver en la zona los colores se repiten son tonalidades crema, gama que un principio a Pedro no le gustaba mucho, pero ya se ha acostumbrado. Él es más de colores fríos, como el verde, el azul… Dice que los blancos sí que le gustan, pero los cremas es una tonalidad que jamás la usaría para pintar en casa.

Un buen ejemplo es su despacho, aquí desconecta, y aparte de trabajar también escucha música. Le gusta esta habitación porque dice que le aísla de todo, le arropa y se siente cómodo.

Seguimos con Inés. A ella le encantan los blancos, casi toda su casa es del mismo color. Le transmite pureza, tranquilidad, sosiego. Nos cuenta que jamás pintaría su casa de color llamativos como puede ser el amarillo o el naranja.

Como vemos incluso la casa por fuera es también blanca. Dice que ese tono es perfecto para combinarlo con otros colores como puede ser el negro, y a la hora de decorar es mucho más sencillo.

Finalizamos con Laura. De los tres edificios que hay en la fotografía ella vive en el de color rosa. Nos comenta que cuando llegó, la fachada era del mismo color que la del vecino, azul, pero odia ese color. Le evoca al invierno, a las noches más largas y menos sol, y a ella eso no le gusta.

Reconoce que para ella el rosa es un color juvenil, alegre y diferente. Nos revela que para ella los colores son como las personas, cada uno tiene su personalidad, su carácter y tienes más afinidad con unas personas que con otras, al igual que las tonalidades unas combinan mejor que con otras.

Pedro, Laura e Inés ya nos han contado que les evocan los colores, ¿y a ti qué te transmiten?