MANGUERAS DE AIRE Y PRODUCTO
Manguera de aire: suele estar formada por dos capas de caucho vulcanizado con un trenzado de hilo de algodón entre las dos capas. Si el producto a conducir es agua, se utiliza la misma manguera de aire.

Manguera para producto al disolvente: debe tener la capa interna de un material resistente al disolvente orgánico, por ejemplo: la poliamida, recubierta de una capa de plástico poliuretano.

Tanto para la conducción de aire como la de producto, los diámetros interiores y longitud de las mangueras deben calcularse detenidamente puesto que la pérdida de presión puede ser tan alta, que impida la adecuada realización del trabajo.

La caída de presión, resulta de la fricción entre la corriente de aire y la pared de la manguera, de la tubería y de los conductos por donde pasa, Este factor es importante y debe de tenerse en cuenta.

Muy a menudo se cree que la pistola pulverizadora, no funciona bien o el material es de mala calidad, cuando la verdadera causa de la irregularidad es el abastecimiento inadecuado de aire comprimido a la pistola.

Con frecuencia, los pintores profesionales creen que están usando la presión de trabajo correcta, porque el regulador así lo marca. La investigación demuestra, sin embargo, que el uso de una manguera de diámetro interior demasiado pequeño o demasiado larga, produce una presión insuficiente para la adecuada pulverización del material.

La caída de presión, puede deberse también a causas como obturaciones de manguera, filtros saturados, racores de conexión mal calculados o defectuosos.

Las mangueras, por tanto, tienen un límite de utilización pues solo tienen capacidad de conducción hasta un determinado caudal.

La manguera de 8 mm de diámetro interior, una de las más usadas en aerografía, tiene una capacidad de entre 500 y 625 litros de aire por minuto.

En las mangueras de producto, influyen otros factores como son la rugosidad de la manguera interiormente (mayor rugosidad implica más caída de presión) y el tipo de fluido a pulverizar; a mayor densidad (peso específico) y mayor viscosidad, mayor caída de presión en la conducción.